Al hablar del Calentamiento Global y las formas combatirlo, debemos comenzar por hacer cierta auto-crítica como individuos y tratar de modificar nuestros hábitos de consumo para que así, las empresas e instituciones comiencen a poner en marcha prácticas más coherentes con la realidad en la que vivimos. Sin duda alguna, las nuevas tecnologías aplicadas en distintas áreas como la automoción o la industria, tendrán que contribuir de forma relevante en este proceso. Pero al margen de estos sectores, ¿Qué papel activo puede jugar la arquitectura en esta batalla? Antes de dar nuestra respuesta, pongámonos en antecedentes.

A las puertas del siglo XX, en diciembre 1997 se firmó el primer acuerdo global para la reducción de gases, conocido como Protocolo de Kyoto, un documento que no entraría en vigor hasta 8 años después. Por primera vez en la historia, los principales países industrializados pactaron reducir en al menos un 5 % en promedio las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, con referencia a los niveles registrados en 1990. Podría haber supuesto un verdadero hito para la humanidad si no fuera porque aquellos objetivos no se cumplieron, todo lo contrario: el consumo de combustibles fósiles, en especial del carbón, aumentó.

Global Warming 2099

global warming prediction by 2099

Tras este intento, en 2015 hemos sido testigos de un nuevo acuerdo: el COP21 de París. Sin entrar en demasiados detalles, el principal objetivo a alcanzar es evitar que a finales del siglo XXI la temperatura media mundial exceda los 2ºC, ya que a partir de ese límite las consecuencias pasarían de ser graves a convertirse en devastadoras. Las proyecciones que se manejan con el ritmo actual amenazan con incrementar la temperatura media en 4ºC, llegando hasta los 7,5ºC en las regiones polares. Queda por tanto, un largo camino por recorrer. El papel de la nueva arquitectura va a resultar crucial en esta batalla que debe enfrentar la humanidad los próximos 85 años y parece que algunos países comienzan a tomar cartas en el asunto.

En el Reino Unido por ejemplo, encontramos una práctica que a nuestro ver debería ser replicada en España. Los organismos públicos británicos, conscientes de sus objetivos de reducción de emisiones para el año 2020 (un 34% respecto a las previsiones del protocolo de Kyoto), están impulsando que el sector de la construcción de un salto tecnológico y abrace definitivamente nuevos sistemas más limpios y sostenibles. No en vano, las emisiones de CO2 ligadas a la construcción y el consumo energético de los edificios suponen un 14% del total de los gases emitidos por UK a día de hoy.

Para ello se ha constituido una organización denominada BOPAS – “Building Offsite Property Assurance Scheme”, cuyo objetivo es analizar y acotar los riesgos percibidos relacionados con los nuevos sistemas de construcción, aportando garantías a las entidades financieras que apuesten por las nuevas tecnologías en los proyectos de construcción. Este conglomerado de organizaciones está formado por empresas de diversos perfiles:

– Buildoffsite, (sociedad para la promoción de tecnologías prefabricadas)

– The Royal Institution of Chartered Surveyors, (colegio de inspectores)

– Lloyd’s Register,  (análisis de riesgos)

– Building LifePlans, (aseguradora de la construcción)

– Council of Mortgage Lenders (consejo de prestamistas hipotecarios)

– Building Societies Association BSA (asociación de constructores)

Acreditación BOPAS

BOPAS support diagram

Las nuevas tecnologías constructivas deben encarar constantemente barreras de mercado como la percepción de riesgo del promotor y no hay duda de que iniciativas como el BOPAS ayudan a que las nuevas soluciones se conviertan en más populares, al menos hasta que el gran público se familiarice con los edificios industrializados de nueva generación. Mientras tanto, esta certificación acredita que los edificios construidos utilizando tecnologías verdes validadas con su sello mantienen sus condiciones de durabilidad y habitabilidad por un mínimo de 60 años.

Las cifras de las emisiones de CO2 y otros gases-invernadero relacionados con en el sector de la construcción en España son muy similares a las británicas, suponiendo en nuestro caso un 15% del total. Eso si nos centramos solamente en la construcción y el consumo energético durante la vida útil del edificio. Si abarcamos el gasto energético industrial que supone la fabricación y transporte de las materias primas, esa cifra se dispara. Para que nos hagamos una idea,  tengamos en cuenta que el 24% del gasto energético industrial (para la fabricación de cemento, vidrio, cerámica, etc.) y el 40% de la energía del transporte en España están relacionados con la construcción.

Ante una situación igual de comprometida o más que la británica, nos encontramos con que en España no existe ningún organismo equivalente al BOPAS que de un espaldarazo a las nuevas tecnologías que tratan de abrirse camino en el mercado. En un momento histórico en el que los países deben hacer frente a la amenaza del calentamiento global, es hora de que nos subamos a los vagones de cabeza de los países desarrollados para impulsar un cambio de ciclo en relación a este tipo de tecnologías ligadas a la construcción.

Cidark BOPAS Certificate

Cidark BOPAS Certificate

En CIDARK Pre-engineered Buildings, apostamos por tomar un papel activo en este objetivo de reducción de emisiones. Tras una exhaustiva auditoria llevada a cabo por Lloyd’s Register y BLP, tanto nuestra CIDARK como el Sistema P3 han sido acreditados con el certificado BOPAS, siendo la primera empresa no británica en obtener este certificado, un hito que a nuestro entender avala los esfuerzos de I+D y desarrollo tecnológico llevados a cabo. Supone un pistoletazo de salida que a buen seguro nos traerá distintos proyectos en la geografía del Reino Unido. Os mantendremos informados…

Más información:

http://www.bopas.org/organisations/view/90/CIDARK%20Pre-engineered%20Buildings

http://www.bopas.org/technologies/view/50/CIDARK%20P3%20System