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“Hay que crear el estado de espíritu de la serie.

El estado de espíritu de construir casas en serie.

El estado de espíritu de habitar casas en serie.

El estado de espíritu de concebir casas en serie”

 

Durante la década de los años 20 del pasado siglo, una Europa que aún se estaba recuperando de los estragos de la Primera Guerra Mundial, buscaba soluciones habitacionales para hacer frente al déficit de viviendas de millones de ciudadanos. Arquitectos racionalistas como Walter Gropius, impulsor de la escuela de diseño Bauhaus, centraron sus esfuerzos en buscar sistemas constructivos avanzados que abaratasen los costes de producción, dejando en un segundo plano las propuestas exclusivamente estéticas.  La nueva arquitectura, el racionalismo y el funcionalismo expresado en la masiva creación de barrios residenciales, estaban a punto de ahogar definitivamente los estilos históricos heredado de siglos anteriores. Entramos en la época de la Arquitectura Moderna.

Arquitectura Racionalista Gropius

Apartamentos Berlin Siemensstadt (1929)

En esta nueva era, la técnica tomaría un papel protagonista en la arquitectura, ya que ella era sinónimo del progreso tecnológico que llevaría consigo el  desarrollo social y económico. Sobre este escenario,  el arquitecto suizo Le Corbusier jugo un papel determinante al abanderar el movimiento maquinista (favorable al empleo de la máquina en los procesos productivos) y avanzar soluciones técnicas que adelantaron varias décadas estándares posteriores. En su libro Précision sur un état de l’Architecture et de’´urbanisme, Le Corbusier marca tres directrices muy reconocibles de la que sería la Arquitectura Moderna:

-Los arquitectos debían abrirse a los nuevos materiales y sistema constructivos.

-Los arquitectos debían ser sensibles a las nuevas realidades sociales y reducir las dimensiones habituales de las viviendas al tiempo de aumentar las zonas de uso colectivo.

-La fabricación debía basarse en una dinámica industrial con una organización racional y eficiente del trabajo.

Una forma específica de responder a dichos requisitos es la prefabricación. La arquitectura prefabricada o industrializada, implica necesariamente pensar en objetos que sean fácilmente reproducibles generando componentes base de una serie industrial.

Es curioso cómo en el caso de Le Corbusier, esta visión de la belleza arquitectónica fruto de la industrialización, chocaría frontalmente y entrando en cierta contradicción con su devoción por la belleza de la arquitectura de la Antigua Grecia. Es una contradicción porque al tiempo que defendía la máquina y la industria como catalizadores de la nueva estética, forzaba dicha estética para ajustarla a cánones clásicos preestablecidos.

Arquitectura Clásica vs Arquitectura Racionalista

Frontal Templo Griego vs la Bauhaus de Walter Gropius (1919)

Con las tres directrices que marcaba el propio Le Corbusier para la nueva arquitectura y junto a esa bipolar visión de la belleza, a comienzos la década de los años 10 el maestro suizo desarrollo un sistema constructivo denominado  “Dom-Ino” para la reconstrucción post-bélica. El prototipo consistía básicamente en un esqueleto de hormigón armado compuesto por tres forjados conectados por una escalera, y seis pilares que descansaban sobre zapatas prefabricadas.

Se presentó así una imagen que se convertiría en icono de la Modernidad por reflejar los aspectos que citábamos previamente: el uso de nuevos materiales creados por el progreso tecnológico, la adaptación a la nueva escala de las viviendas y la fabricación industrial. Además, aportaría un valor añadido histórico para la arquitectura al disociar formalmente  la estructura respecto a la envolvente, con todo lo que supuso a nivel conceptual y de diseño.

A partir de este hito, los proyectos y las obras prefabricadas que desarrollaría Le Corbusier a lo largo del siglo XX  se pueden clasificar en dos grupos en función de sus formalizaciones:

GRUPO 1

Propuestas que se basaron en la utilización de un sistema constructivo común partiendo del “Dom-Ino” y que reunían los siguientes parámetros:

-Un módulo de 5x5m y sub-módulos de 2,5m para generar los edificios.

-Uso de carpinterías como elemento constructivo secundario que con sub-módulos de 2,50×1,50m.

-Ejecución de los cerramientos con cemento gutinado para eliminar las juntas y generar una envolvente continua.

Obras:

-Sistema DOM-INO

-Maison Citrohan

-Quartiers Moderns Frugès

-Las Unités d’habitatión

Prototipo Dom-Ino & Citrohan

Prototipo DOM-INO (1914) & Maison Citrohan (1920)

    GRUPO 2

Proyectos no construidos en los que la imagen del edificio define claramente las soluciones constructivas y la elección de los materiales; en este caso no hay hormigón, sino madera o acero y la vieja voluntad de crear volúmenes puros abstractos:

                -Casas Loucheur

                -Casas Murondins

                -Proyectos con Jean Prouvé

Asumiendo que Le Corbusier sufrió varios fracasos a la hora de llevar la prefabricación a la práctica de la arquitectura moderna, no es menos cierto que en muchas ocasiones dichas derrotas vinieron más marcadas por las limitaciones tecnológicas de fabricación de la época, que por las soluciones conceptuales y constructivas del maestro. Sin duda alguna, el resultado hubiese sido bien distinto con los medios que disponemos actualmente.

Proyecto Prefabricado Le Corbusier

Vista Casas Loucheur (1929)

Sería un error limitar la aportación de Le Corbusier al campo de la práctica arquitectónica, el legado en cuanto a vanguardia teórico-arquitectónica y visión de la sociedad de este icono del siglo XX va mucho más allá. Tal y como sintetiza Alfonso Díaz Segura en el libro “El concepto de prefabricación en Le Corbusier”:

“Su visión de la industrialización y su aplicación al campo de la arquitectura está más cercana a la mitificación de una Era y unos deseos de progreso que a una realidad, y deposita en el avance tecnológico no sólo la renovación de la arquitectura, sino la revolución de toda una sociedad.»

Referencias:

«El Concepto de Prefabricación en Le Corbusier», Alfonso Díaz Segura.

Más información:

http://www.cidark.com/es/industrializacion-y-arquitectura-parte-i/